Para comprender los orígenes del proyecto Echo, es necesario profundizar en la historia personal de la científica y doctora de Singapur Mina Liao, uno de los miembros fundadores de Overwatch. Antes de unirse a la organización, se la consideraba una de las expertas más destacadas del mundo en los campos de la robótica y la inteligencia artificial, y trabajaba para la Corporación Ómnica. Allí colaboró con el equipo responsable del diseño y la creación de los ómnicos, las mismas máquinas que declararían la guerra a la humanidad durante la Crisis Ómnica. Más tarde, debido a sus conocimientos, fue reclutada para colaborar en la fundación de Overwatch y acabar con sus propias creaciones.

Ni siquiera esa catástrofe fue suficiente para disuadir a Liao de la firme convicción que tenía en las posibilidades de la vida artificial y en su poder de transformar para bien el mundo. Tras la crisis, soñó con mejorar los diseños ómnicos originales, pero, debido a las restricciones impuestas por Overwatch a la investigación y desarrollo de inteligencias artificiales, Liao se vio obligada a limitar los parámetros de su nuevo proyecto Echo. En su lugar, terminó creando una robot polivalente y adaptable que podía programarse para que aprendiera distintas funciones: desde ofrecer apoyo médico hasta llevar a cabo tareas de construcción, pero tenía muy limitada la capacidad de tomar decisiones de forma autónoma y contaba con múltiples capas de protección y medidas de seguridad que garantizaban su control. La usaron con éxito en misiones de prueba junto con equipos de asalto de Overwatch, pero la dirección fue reticente a incorporarla del todo a la organización.

No obstante, la verdad era que Liao había programado a Echo con una potente inteligencia artificial que aprendía mediante la observación. Tras pasar miles de horas en presencia de la científica, la robot Echo adoptó gran parte de los hábitos de conducta de Liao, incluida su manera de hablar. Muy pocos estaban al tanto de este secreto, como el agente de Blackwatch Cole Cassidy, a quien de vez en cuando se encomendaba la misión de proteger a la científica. Cuando Liao murió víctima de un ataque contra las instalaciones de Overwatch, la directiva de la organización temió el potencial de un robot así sin los cuidados de Liao. Por ello, se canceló el desarrollo de Echo y se puso a la robot en cuarentena.

Cuando Cole Cassidy decidió liberar a Echo de un intento de asalto de la banda Deadlock, esta ingresó en el nuevo equipo de Overwatch para defender París de los ataques de Null Sector. Por primera vez, entrará en acción como miembro de pleno derecho; pero, ahora que ha entrado en contacto con nuevas personas, nuevas ideas y nuevas circunstancias sin las directrices de la doctora Liao, nadie sabe cómo evolucionará en el futuro.