En su otra vida, Amélie Lacroix solo amaba dos cosas: a su esposo y el ballet. Creció en la residencia ancestral de su familia de Château Guillard, en la campiña francesa. La danza se convirtió en la única forma en que Amélie podía evadirse de la mansión en ruinas y de su conservadora familia, que siempre la había instado a seguir los principios aristocráticos del decoro y la tradición.

Su vida daría un vuelco más interesante cuando se casó con el gran amor de su vida, Gérard Lacroix, un agente de Overwatch que encabezaba operativos contra la organización terrorista Talon. Amélie no le dio demasiada importancia al trabajo de su esposo, más allá de lo interesante que resultaba mencionarlo en fiestas. Ni se imaginaba el peligro que corría.

Tras varios intentos fallidos de eliminar a Gérard, Talon decidió cambiar el enfoque a su esposa. En medio de la noche, agentes de Talon secuestraron a Amélie y la sometieron a un intenso programa de reacondicionamiento neuronal, es decir, crearon a un agente encubierto. Gérard dedicó todos los recursos disponibles de Overwatch en recuperar a su mujer, y la operación no tardó en dar resultados. Sus agentes salvaron a Amélie, y una evaluación médica y psicológica realizadas luego del secuestro encontraron que aparentemente no había sufrido daños. Su diagnóstico oficial demostró ser erróneo y tuvo consecuencias letales dos semanas después, cuando descubrieron que había asesinado a Gérard mientras dormía.

Overwatch nunca había rescatado a Amélie Lacroix. Simplemente le habían facilitado su primera víctima a Widowmaker.

Luego, Amélie fue perseguida tanto por la policía como por Overwatch, pero sobre todo la atormentaba el sentimiento que afloró al matar a su esposo. Amélie nunca se había sentido tan viva como al momento de matar.

Con pocas alternativas a su disposición, Amélie regresó a Talon, impulsada por la adrenalina que la había emocionado y aterrado. A petición suya, se sometió a un entrenamiento exhaustivo en el arte del sigilo y accedió a participar en un programa experimental para tiradores. Moira O'Deorain, la genetista de Talon, modificó la fisiología de Amélie para mejorar su puntería. Esto disminuyó drásticamente su frecuencia cardíaca, lo que hizo que su piel se volviera azul y fría, y bloqueó su capacidad para sentir. Mitigó el dolor de lo que había hecho, mientras que potenció la adrenalina que sentía al cazar.

Convertida en Widowmaker, es la asesina más eficiente de Talon. Le disparó (y presuntamente mató) a la Capitana Ana Amari, en ese entonces la segunda al mando en Overwatch, durante una misión en Polonia. Poco después, ayudó a Reaper y a Sombra a reclutar al Dr. Siebren de Kuiper para los planes de Talon. Más recientemente, fue avistada en el museo de Overwatch en Nueva York, donde intentó robar el guante de Doomfist; en Rusia, en el intento de asesinato de la jefa de Industrias Volskaya; y en Venecia, donde su trabajo quedó patente en medio de los asesinatos de Augusto Vialli y sus socios.

Pero es posible que Widowmaker sea aún más conocida por el asesinato del líder Shambali, Tekhartha Mondatta, en una manifestación en favor de la paz en King's Row. Si bien fue interceptada por Tracer, una exagente de Overwatch, ni siquiera la heroína pudo evitar que Widowmaker reclamara su premio.

Widowmaker es una asesina imparable y puede que su mira sea el lugar más peligroso del mundo.