Vivian Chase, hija de exmilitares, creció en un pequeño barrio muy unido de Toronto. Nació con una enfermedad rara terminal autoinmune que provocaba que su cuerpo atacara a sus propios órganos, de modo que se pasó gran parte de la infancia y de la adolescencia entre hospitales. Sus padres se percataron de su interés en la estrategia militar desde muy joven, pues se pasaba horas leyendo libros y jugando a juegos de simulación estratégica mientras se recuperaba de sus intervenciones quirúrgicas.

Su caso llamó la atención de Elaine Esat, doctora pionera en tratamientos altamente experimentales para la enfermedad de Vivian. Como parte del tratamiento, Vivian debía sustituir las extremidades y los órganos afectados por unos cibernéticos de última generación. Este funcionó y le dio una vida nueva a Vivian.

Vivian siguió los pasos de sus padres y se convirtió en oficial de las Fuerzas Armadas Canadienses, donde ganó gran reputación como estratega. Al comienzo de la Crisis Ómnica, la reclutaron para las fuerzas especiales. Sus osadas estrategias —que a menudo obligaban a penetrar las filas enemigas— salvaron muchísimas vidas y el equipo la bautizó como «Sojourn».

Cuando Canadá estuvo en su peor momento, la unidad de Vivian se asoció a una emergente Overwatch y colaboró con Jack Morrison, Torbjörn Lindholm y la doctora Mina Liao para expulsar a las huestes ómnicas de Toronto. Los esfuerzos combinados de Sojourn y Overwatch sirvieron para echar a los ómnicos de Canadá y desmantelar el ómnium de Detroit, lo que supuso una enorme victoria para la humanidad.

Vivian recibió numerosos reconocimientos por su heroicidad y liderazgo, pero, después de la guerra, aún sentía que su misión no había terminado. Así, pidió que la transfirieran a una unidad antiterrorista de las Fuerzas Especiales Canadienses, donde colaboró para acabar con Ontario United, un grupo antiómnico.

Las cualidades y el compromiso de Sojourn por la ley demostraron que era justo lo que Overwatch necesitaba en un mundo asolado por la crisis. Morrison la reclutó con la promesa de que su cargo serviría para cambiar las cosas en todo el mundo. No tardó en ganarse una reputación como estratega empática, lúcida y que se preocupaba por la gente a la que lideraba en combate. Vivian dedicó una buena temporada a estar con la infantería de Overwatch y, con el tiempo, pasó a ser uno de los líderes de mayor confianza de la organización.

No obstante, cuanto más tiempo pasaba Vivian en Overwatch, menos satisfecha estaba con sus políticas. Sentía que la organización había perdido el norte. Así lo expresó cuando las Naciones Unidas iniciaron una investigación interna de la organización que culminó con varias audiencias públicas. Vivian habló sin miramientos de sus experiencias, y su testimonio terminó siendo crucial para la estipulación del acta de Petras y el fin de Overwatch.

Tras las audiencias, Vivian se jubiló antes de tiempo, intranquila, con su perra de rescate Murphy. La heroína cibernética que salvó Canadá de incontables amenazas se había ganado al fin un poco de paz. Pero Vivian Chase no era de las que luchaban por los vítores, sino porque la necesitaban y, en caso de que vuelva a suceder, ahí estará Sojourn.