Ana
Ana, una de las fundadoras de Overwatch, usa sus habilidades y experiencia para proteger su hogar y a todos los que le importan.
Apoyo
El Cairo, Egipto
1 ene (Edad: 62)
Habilidades
Rifle biótico
Rifle de gran alcance que sana a los aliados y daña a los enemigos. Mantenlo pulsado para hacer zoom.
Dardo sedante
Disparas un dardo que duerme a un enemigo.
Granada biótica
Lanzas una bomba que sana y aumenta la sanación a los aliados; al mismo tiempo, inflige daño y evita que se pueda sanar a los enemigos.
Nanoestimulantes
Aumentas el daño de un aliado, al tiempo que reduces el daño que este recibe.
Las teclas predeterminadas de PC que aparecen a continuación se pueden configurar en el juego.
Historia
Ana Amari, una de las fundadoras de Overwatch y conocida como la mejor francotiradora del mundo en su día, proviene de un extenso linaje de militares veteranos condecorados. Se creyó que había muerto en un tiroteo con Talon, pero reapareció para proteger a su país, su familia y sus aliados más cercanos.
A medida que la Crisis Ómnica causaba estragos en Egipto, las diezmadas y reducidas fuerzas armadas del país dependían del apoyo de francotiradores de élite. Entre ellos estaba Ana Amari, que estaba considerada la mejor del mundo. Su puntería sin igual, su capacidad para tomar decisiones y sus instintos la convirtieron en una elección obvia para unirse al escuadrón de asalto de Overwatch que pondría fin a la guerra.
Tras el éxito en la misión original de Overwatch, Ana sirvió como segunda al mando tras el comandante Morrison. A pesar de sus responsabilidades a la cabeza de la organización, Ana se negó a retirarse de las operaciones de combate. Siguió operativa hasta bien entrados los cincuenta años, momento en el que se la dio por muerta durante una misión de rescate de prisioneros a manos de la operativa de Talon conocida como Widowmaker.
Lo cierto es que Ana sobrevivió a ese enfrentamiento a pesar de resultar herida de gravedad y de perder el ojo derecho. Durante su recuperación, tuvo un debate moral sobre el hecho de que se había pasado la vida en combate, por lo que dejó de lado los conflictos que se desataban en el mundo. No obstante, a medida que pasaba el tiempo, se dio cuenta de que no podía quedarse de brazos cruzados mientras había gente que amenazase su ciudad y a los inocentes que la rodeaban. Ana se reincorporó a la lucha, esta vez como sanadora, y se dedicó a vigilar las amenazas a la seguridad mundial. Antes de desbaratar las operaciones de Talon en El Cairo, interceptó una retransmisión muy extraña: la llamada de Overwatch de su viejo amigo, Winston.
Ana tuvo dudas sobre la llamada, pero decidió ayudar a sus camaradas desde las sombras. Se lo contó todo a Cole Cassidy, consciente de que había sobrevivido a la caída de Overwatch y de que había vuelto como mercenario. Ana sabía que la organización necesitaba sangre nueva para tener alguna oportunidad, personas como Cassidy y como su hija, Pharah. Su temor era que la vieja guardia pudiera entorpecer el regreso de la agencia. Le contó muchas cosas a su hija antes de emprender su propia misión con Soldado: 76.
Sin ningún tipo de remordimiento, Ana viaja por el mundo dando caza a Talon y a los fantasmas que atormentan a sus antiguos aliados. Aunque no se ha vuelto a unir a Overwatch, Ana sigue de cerca sus acciones por lo que pueda pasar.