Sloan Cameron tenía afinidad por encontrar cosas perdidas desde su niñez. Nunca vivía mucho tiempo en un mismo lugar, y cada nuevo hogar significaba una nueva expedición, en la que desenterraba tesoros, reliquias y rastros del pasado. Su inusual talento atrajo la atención de la Sociedad Abrecaminos: un grupo de arqueólogos e historiadores de todo el mundo. A los dieciséis años, empezó a trabajar como pasante en la organización y no volvió a mirar hacia atrás.

Debido a su valentía sin límites, Sloan fue una incorporación única a las mentes brillantes de los Abrecaminos. Desde ruinas antiguas hasta omniums inactivos, las expediciones peligrosas se convirtieron rápidamente en sus misiones preferidas. A menudo regresaba de las excavaciones con mucha suciedad, moretones y hasta con animales locales, pero siempre con una sonrisa en el rostro y muchas ganas por aprender sobre los artefactos que había recuperado. Gracias a su dedicación, terminó su pasantía y se sumó a tiempo completo a la Sociedad Abrecaminos.

La intrepidez de Sloan resultó útil para algo más que las expediciones. Con el aumento de las amenazas a los sitios de los Abrecaminos, la seguridad a menudo caía en sus manos. Saqueadores, carroñeros e incluso maestros ladrones intentaban robar los artefactos recuperados por los Abrecaminos. Pero con sus herramientas de excavación y su rápido ingenio, Sloan se las arreglaba para ahuyentar a cualquier buscapleitos.

Mientras estaba en Ilios, Sloan tuvo que lidiar con su enemigo más difícil hasta el momento: Talon. La oscura organización saqueó el lugar de manera imprudente, y Sloan no tuvo más remedio que enfrentarlos. Tras una larga batalla, Sloan pudo expulsarlos. Pero tras el ataque, algo quedó grabado en su mente. ¿Qué estaría buscando una organización tan poderosa en estas ruinas? Sin duda era un misterio... y Sloan no es capaz de dejar un misterio sin resolver.