Mauga
Mauga, guerrero samoano carismático y astuto como pocos, se abre paso entre el caos del campo de batalla y vive cada día como si fuera el último.
Tanque
Apia, Samoa
19 ago (Edad: 37)
Habilidades
Arrollar
Embistes y das un pisotón para lanzar a los enemigos por los aires. Eres imparable mientras embistes.
Sobreestimulación cardíaca
Los aliados cercanos reciben menos daño y se curan infligiendo daño.
Berserker
Obtienes salud temporal al infligir daño crítico.
Mano a mano
Despliegas una barrera que os encierra a ti y a los enemigos.
Las teclas predeterminadas de PC que aparecen a continuación se pueden configurar en el juego.
Historia
Mauga Malosi nació para ser antisistema. Este antiguo miembro del grupo ecorrebelde Asaltantes submarinos es ahora un mercenario de Talon que causa estragos por todo el mundo. Allá donde va, sabe cómo pasárselo bien.
Maugaloa Malosi, también conocido como Mauga, lleva echándole un pulso a la ley desde la infancia. Su padre dirigía la división samoana del grupo ecorrebelde Asaltantes submarinos, que acabó siendo como una familia para Mauga. Al participar en sus aventuras, el joven aprendió a no tener mucho respeto por la ley. En sus misiones por Polinesia, Mauga aprendió desde pequeño que el carisma abre puertas y la destrucción da respuestas. Mientras los Asaltantes submarinos luchaban contra quienes perturbaban la belleza de sus mares e islas, Mauga se convirtió en un guerrero de renombre.
Mauga se convirtió en una leyenda local samoana cuando una intensa batalla lo dejó gravemente herido. Para que volviera a la lucha, un médico de los Asaltantes submarinos le practicó una operación cardíaca de urgencia, dotándole de un segundo corazón cibernético que complementase el suyo orgánico dañado. Con su fuerza renovada, Mauga salió victorioso. Triunfante, regresó a Samoa, donde le esperaban más mejoras y operaciones. A medida que su fuerza aumentaba, también lo hacía la necesidad de un mantenimiento constante. Estar siempre al borde de la muerte enseñó a Mauga a vivir cada día como si fuera el último.
Cuando la actividad de los Asaltantes submarinos disminuyó, ya nada saciaba el ansia de aventuras de Mauga. Por ello, la noticia de que Akande Ogundimu había matado al Azote de Numbani despertó su interés. Mauga, al ver a un digno oponente en el tal Doomfist, le retó a un combate sin reglas en el que valiese todo. La idea hizo gracia a Doomfist, pero algo del joven le llamó la atención y accedió. El épico combate terminó en tablas, con ambos exhaustos pero reacios a admitir la derrota. Impresionado, Doomfist le ofreció un puesto en Talon, la promesa de actualizaciones cibernéticas periódicas y todo el caos que anhelaran sus dos corazones.
Con Talon, el mundo entero se convirtió en el patio de recreo de Mauga. Se hizo amigo de Baptiste, un gran médico que acabó desertando de la organización, y recibió luego el encargo de localizarlo y traerlo de vuelta vivo o muerto. Tras encontrarse en Haití, Mauga convenció a su viejo amigo para que participara en una nueva misión de Talon: extorsionar a un empresario local. Al término de la misión, Baptiste logró escapar una vez más, lo cual no importunó para nada a Mauga: la persecución le supone la mitad de la diversión. Hasta que vuelva a enfrentarse a su viejo camarada, Mauga se contenta con la compañía del Talon..., por el momento.